La historia de la ópera ha ido evolucionando. Desde el principio ha contado con grandes composiciones. Si has tenido la suerte de disfrutar de una de ellas, te habrás dado cuenta de cómo une varias artes. Desde la representación teatral hasta el acorde musical, donde no falta la poesía, visible en el libreto, así como las artes escénicas y escenográficas.

Los tipos de ópera desde sus inicios

La primera ópera, Dafne, fue escrita en 1597, por Jacopo Peri. Obviamente en Italia, motivo por el cual muchas de las composiciones que oímos están en italiano. Muchos estudiosos ven una influencia directa de la antigua tragedia griega y los cantos carnavalescos del siglo XIV italiano.

Los tipos de ópera se definen por el género que representan. Así, te puedes encontrar una ópera jocosa, conocida desde sus inicios como bouffon o bufa. Aunque gozó de un mayor reconocimiento la de tipo dramático. En el siglo XIX, con la influencia del Romanticismo, surgió una composición que aunaba la tragedia y la comedia.

Podemos ver cómo, actualmente, es difícil delimitar las fronteras entre los distintos géneros musicales representados en un teatro. De este modo, la zarzuela española, los musicales en lengua inglesa e, incluso, ciertas versiones de ballet son claramente ramificaciones de la ópera original.

La tradición solo permitía una ópera cantada en italiano, hasta que los nacionalismos, fortificados por un sentimiento romántico, lograron la admisión popular de composiciones en otras lenguas.

Restaurantes con ópera

La modernidad te da la oportunidad de poder disfrutar la ópera mientras degustas una deliciosa comida. La nueva concepción de restaurantes con ópera no solo está siendo un éxito, sino que logra acercar este género musical a las nuevas generaciones.

La historia de la ópera ha sabido adaptarse a la sociedad y sus tiempos, llegando incluso al cine y hasta restaurantes donde poder disfrutar en familia de este género culto de la música.