Como todos los años, la llegada de la Navidad trae la celebración de tradiciones milenarias. Muchas de ellas surgieron junto a la religión cristiana, pero otras, muchas más de las que seguramente imaginas, son adaptaciones de tradiciones paganas anteriores.
Es el caso del imprescindible roscón de Reyes de cada 6 de enero. Aunque con él crees estar celebrando la visita de los Reyes Magos al Portal de Belén, lo cierto es que el origen del roscón es muy anterior y nada tiene que ver con los Reyes ni con Oriente.
Origen de la tradición del roscón de Reyes
De hecho, el tradicional roscón procede de unas roscas que elaboraban los romanos con higos, dátiles y miel en honor al dios Saturno. De esta manera, el pueblo conmemoraba el fin del solsticio de invierno, que coincide aproximadamente con las fechas en que actualmente celebramos el día de los Reyes Magos. Las roscas de los saturnales se consumían en familia, sin distinción entre plebeyos y esclavos.
Tipos de roscón de Reyes
Aunque la tradición de comer roscón se haya mantenido, lo que sí cambió con el paso de los siglos fue la receta. También se introdujo una novedad: la de ocultar una haba o una pequeña sorpresa en la masa, a modo de juego o regalo.
La receta base de todo roscón incluye harina, levadura, leche, huevos, agua de azahar, mantequilla, azúcar y sal. Y de adorno, fruta escarchada repartida por toda la corteza.
Como variante de esta modalidad principal puedes encontrar roscones con frutos secos en vez de fruta escarchada. Y últimamente también se han popularizado los roscones rellenos de crema pastelera, de chocolate o de nata.
En cualquier caso, el auténtico roscón de Reyes debe ser artesanal y, por fortuna, en El Café de la Ópera puedes degustar uno de los roscones más tradicionales de Madrid. ¡Este 2019 no te quedes sin venir a probarlo!