María Callas, Luciano Pavarotti, Montserrat Caballé… todos ellos provienen de distintas nacionalidades y culturas, pero tienen algo en común: han sido bendecidos con la voz de la ópera.
Sí, nos estamos refiriendo a ese género musical en el que un solo cantante es capaz de transportarte hacia un mundo mágico, donde las cuerdas vocales se convierten en arte. ¿Sientes curiosidad por el tema? Pues no dejes de leer.
Pasión convertida en música
¿Alguna vez, cuando estabas escuchando ópera, has tenido la sensación de que la música te envolviera? Como si cerraras los ojos y la voz del cantante te llevara hacia una historia intensa, dramática, descarnada… Y después, al volverlos a abrir, te sintieras como si te hubieran hipnotizado.
Pues bien, esto se debe a que esta variedad musical se basa en la transmisión de emociones, y a que el artista es capaz de causar el suficiente magnetismo como para que, siempre que sus labios estén en movimiento, los demás no podamos hacer otra cosa que mirarle, escucharle, y absorber con ansia lo que nos relata.
Además, una de las características que diferencia a la ópera de otros géneros, es que no se trata solo de música, sino que también une otros ámbitos artísticos, como la literatura y el teatro. Porque no solamente nos habla (o mejor dicho canta) sobre los sentimientos y las sensaciones que le han embargado al creador debido a cierta circunstancia vital, sino que nos ofrece una trama completa con introducción, nudo y desenlace.
¿Alguna vez has sentido la magia?
Todos deberíamos, al menos una vez en nuestra vida, poder disfrutar de un espectáculo tan sublime y seductor como este, en el que distintas vertientes artísticas se unen para nuestro deleite. Y qué mejor manera de hacerlo que en nuestro restaurante El Café de la Ópera, en el que tendrás a tu disposición a cantantes únicos mientras tomas una deliciosa cena.