La historia de la ópera está repleta de anécdotas que contar y conocer. Los carteles más famosos de estas obras servían para invitar al público a verlas y debían llamar la atención. Algunos son casi verdaderas obras de arte pintadas por artistas y otros pueden resultar muy extravagantes. ¡Descubre los más famosos!

Carteles que rozaban la obra de arte

Los carteles para publicitar óperas empezaron a imprimirse, al menos a color, a partir de 1893. Los teatros vieron el potencial de estos reclamos y empezaron a contratar tanto a artistas como a diseñadores. La idea era resultar lo más atractivo posible, por lo que no había que escatimar en gastos. Cada uno muestra cómo es la representación o algún pasaje remarcable. Quizás puedas ver alguna copia en un restaurante con música en directo.

Además, son una muestra del estilo pictórico del momento en el que se confeccionaron. Los encontrarás más surrealistas, como el cartel de la Falstaff de Verdi o la Flauta Mágica de Mozart, ambos expuestos en la Ópera Metropolitana de Nueva York. Otros respiran un cierto aire europeo, el cual se asimila al arte de Toulouse-Lautrec, quien fue un cartelista afamado del postimpresionismo francés.

Estos carteles se colocaban a las entradas de los teatros y en las inmediaciones de los mismos. Así, los interesados podían descubrir qué había en cartelera y acudir en la fecha indicada para asistir al espectáculo. La mayoría anunciaban la temporada de óperas, en algunos casos llegaban a hacerse murales a tal fin, y no pocos pintores, como Marc Chagall, diseñaron carteles a las órdenes de diferentes teatros.

Carteles de todo tipo

Para vivir la historia de la ópera nada como visitar El Café de la Ópera, un restaurante con espectáculo en Madrid. Podrás ver réplicas de los mejores carteles, disfrutar de música en directo, cocina de autor y pasar una velada romántica inimitable.